lunes, 10 de marzo de 2014

La lengua mentirosa: La apariencia

    
Proverbios 6:16-19                                                                                                                                                                   2/3 
    
   16 Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: 17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, 18  el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, 19 el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre los hermanos.
  

Lo aborrecible por Dios    

2. La lengua mentirosa: La apariencia
   
¡Las apariencias…engañan!
   Es también el aspecto que las cosas ofrecen ante nuestros sentidos.
   Es la característica o conjunto de características que parece poseer una persona o cosa, y que realmente no tiene.
   Un caso muy notable de aparentar, es sin duda el ejemplo que tenemos en Jacob [engañador]. Él representa a un muy grande número de personas que su apariencia nada tiene que ver con su interior, porque en realidad ocultan perversas intenciones, para sacar provecho de alguien, o porque no quieren volver a ser lastimados.
   Es de los que escuchan a quienes supuestamente están al pendiente de sus vidas; pero cuando se presenta alguna oportunidad de estar por encima de los demás y recibir lo mejor, no les importa nada ni nadie, con tal de obtener lo que ellos u otros quieren.
      Por otro lado,  hay quienes son expertos en apariencias, pues lo simulan tan bien, que piensan que por sus palabras impresionarán a cualquiera, incluso a Dios mismo. Se les conoce como los expertos en ‘la hipocresía y el engaño con multitud de palabras’.
    Es de los que se cubren con caretas, para ocultar su verdadera personalidad;  es especialista en encubrir su indudable naturaleza.
   Su semblante cambia según las circunstancias para evitar ser descubierto; es una especie de camaleón humano.
   Su apariencia parece ser la de una persona confiable, cuando en realidad lo único que intenta, es que no descubran sus malas intenciones. Es de los que parecen confiables, pero sólo es su envoltura lo que la gente percibe, porque solo ven el exterior y no ven lo que hay detrás de esa cara bonita.
   No le importa ni su reputación, ni su fama, porque estas están ocultas detrás de diferente tipo de máscaras, según la ocasión o la necesidad.
   Los errores, equivocaciones son parte de su vida, pero lo oculta tan bien, que se puede catalogar como: <Es una buena persona, no le hace mal a nadie, es un buen vecino>, es verdad.
   No es fiel a nada ni a nadie, sino sólo a sus propósitos perversos.

  Lo amado por Dios     
                                                                                                                                     2.-  Lengua veraz: Lo real
Natanael [hebreo=dádiva de Dios] es de las pocas personas que junto con Noé, Abraham, David, Santiago, son de quienes se da testimonio de haber agradado a Dios; de los cuales se han dicho palabras como estas: “… he aquí [alguien] un verdadero… [israelita, hijo de Abraham, etc.] en quien no hay engaño”. Y esto nos deja ver a una persona real --y no sólo alguien de carne y hueso --. Éste tipo de personas [conforme al corazón de Dios], son quienes han llegado a experimentar una íntima comunión con Dios, lo cual refleja mucho de lo  que hay en su interior: hablar la verdad en y desde su corazón.
   Y esto de ser auténtico, tiene mucho con su manera de hablar, lo cual refleja qué tan verdadero es tocante a la ley de Dios en su vida.
   Es por eso que cuando hablamos de una persona de esta clase, también estamos diciendo que él o ella, son personas que hablan claramente sin ofender a nadie; son personas indiscutibles en su carácter; son sinceros y francos en sus relaciones interpersonales, porque saben o están en busca de mejorar su comunicación; y hasta cierto punto, son inocentes, así como justos y nobles en sus tratos con los demás. Y es de ahí, de donde deben desprenderse todas esas virtudes que Pedro apóstol menciona [2ª 1:5-10], las cuales, él nos insta a buscar crecer en ellas, para no solo llevar mucho fruto, sino una vida piadosa que agrada a Dios , y es bendición a los hombres.
   ¿Qué tanto nuestras vidas son transparentes y pueden ser leídas por todos? Lo serían, si no tuvieran nada que ocultar. Y es en donde es necesario que se deje ver lo que la biblia describe como un individuo de verdad; un alma sin engaño, ni hipocresías, ni mucho menos alguien que finge solo para cubrir sus apariencias, o para que no lo lastimen.

Te invito a que escuches esta canción.


                                                                                                                                                               ERSamperio/10 marzo  2014

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